lunes, 23 de marzo de 2009

María en la Biblia


Hay quienes dicen que la presencia de María en las escrituras es limitada y no se corresponde con la tremenda atención que a María le dan los católicos. Justamente, estuve en una librería Evangélica Cristian el otro día y el libro más popular es "The prayer of Jabez" (La oración de de Iabés). Es un gran libro, el más vendido de los libros cristianos el año pasado. Toma sólo 2 versículos de la Escritura:
"Iabés fue el más célebre entre sus hermanos, y su madre le puso el nombre de Iabés diciendo: "Di a luz con dolor". Iabés invocó al Dios de Israel, exclamando: "Si me bendices verdaderamente, ensancharás mis fronteras, tu mano estará conmigo y alejarás el mal para que desaparezca mi aflicción". Y Dios le concedió lo que él había pedido". (I Cr. 4,9-10)
Es una gran oración. Toda una industria surgió de estos dos versículos.
Teniendo esto en cuenta, veamos lo que ocurre con María. Tal vez podamos ver que no es el volumen de Escritura lo que importa sino su contenido y la importancia de éste en la historia de la Biblia.
Veamos donde aparece María. Ella está presente en casi todos los eventos más importantes de la vida de Jesús: su concepción (Lc.1,2), su desarrollo en el vientre, incluyendo el desarrollo fetal de Juan el Bautista (Lc. 1,43), su nacimiento (Lc. 2,7). su presentación y entrega a Dios (Lc. 2,22), su infancia (Lc.2,22-38). Su confirmación a los 12 años (Lc. 2,49), el comienzo de su ministerio público y el primero de sus milagros, que Ella misma promovió (Las Bodas de Caná, Jn. 2,3). Su muerte en el Calvario (Jn. 19,26) y el nacimiento de la Iglesia en Pentecostés (Hech. 1,14). ¿Cómo podemos decir que tiene un papel menor en la Biblia? Humildemente, quisiera sugerir que el rol de María en la Biblia es infinitamente más grande que el de Iabés quien ganó mucha más atención entre los evangélicos.
María es una cristiana "renacida" que recibió el Espíritu Santo en Pentecostés y habló en lenguas 2000 años antes que los Pentecostales recibieran este don (Hech.1,14-2,3). Ella sabe como orar (sí, incluso en lenguas)
Los católicos hacen una comparación muy interesante entre María, la Madre de Jesús y Eva en el Génesis. Eva está en el centro entre la raza humana y el pecado con la consiguiente Caída. Ella es en cierto sentido la "mediadora" del pecado original (Gen. 3,3-24). Los católicos creen que, el "sí" de María a Dios y su plan de redención opuesto a Eva, revirtió ese "no" de Eva y su rechazo a la obediencia y a cooperar con Dios. El sí de María y su cooperación con la Gracia, derrotó al "no" de Eva (Lc.1,2). Los católicos no creen que sea casual que Eva (la mujer) salga del cuerpo de Adán (el hombre) y que Jesús (el hombre-Dios) salga del cuerpo de María (la mujer). Este pensamiento fue pronunciado ya por San Justino (quien vivió en el 110-165 D.C.) y es consistente con la comparación hecha por San Pablo entre Jesús y Adán.

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